Faltan
todavía 400 días para que se acabe el mandato del presidente Juan Manuel Santos
y está sucediendo lo lógico, muchos de sus cercanos colaboradores están
buscando otros caminos, bien sea porque quieren ser elegidos y no quieren
parecer cercanos al gobierno, o porque la olla está raspada y no tienen de
donde mas sacar tajada.
Esto
no le sucedió a este gobierno en el 2010, porque se suponía que sería un
gobierno de continuidad, y prácticamente todos los que estaban en el gobierno
Uribe siguieron, la traición la olieron pocos, pero empezó el 7 de Agosto del
2010. Traicionar a un presidente con tanta favorabilidad como Uribe era
riesgoso, el país todavía no se lo perdona, ha tenido de comprar de todo para
lograr lo que ha logrado, pero como lo he venido repitiendo, el cariño no se
compra.
Sigo
sin entender mucho los resultados numéricos de las encuestas sobre
favorabilidad del presidente, mientras Gallup habla de 24%, Yanhaas del 12%,
datos demasiado diferentes aunque ambos muestran una realidad, que el gobierno,
los ministros y su presidente no son queridos por el pueblo, y que este no les
tiene confianza.
Los
que se están bajando del barco de este gobierno son muchos, empezando por Germán
Vargas Lleras y Juan Carlos Pinzón, que claramente no quieren ser los candidatos
del régimen o de ser los ungidos con el abrazo del gobierno que quita mas votos
de los que pone. Últimamente veo a parte del periodismo dando la vuelta, me
imagino quieren volver a sintonizarse con sus seguidores.
Para
entender en pocas palabras la mal llamada polarización basta leer el tweet que
puso Salud Hernández Mora que dijo a raíz de unas declaraciones del presidente
Como
vemos existe falta de sintonía entre el presidente y los colombianos, es
evidente.
Para
las elecciones del 2018 existen tres tendencias claras, la primera, la misma
izquierda, dividida, con divisiones internas que lo único que los une además
del odio a Uribe es la admiración por Chávez y su Socialismo del siglo XXI, que
solamente ha traído desgracias a nuestros vecinos, la segunda, el régimen, la
mal llamada Unidad Nacional, que son los que quieren ser ungidos por el
gobierno, ser los defensores del proceso de paz, que dependerán de la mermelada
y ayuda del gobierno para obtener en las urnas lo que no tienen en la realidad,
el fervor popular; y la tercera, la coalición del No, que está conformada por
el Uribismo, Pastrana y las bases conservadoras y demás colombianos que no
están de acuerdo como se ha manejado el país durante los últimos años. Debemos
con nuestro voto definir que futuro queremos para nuestro país.
Si
el presidente quiere verdaderamente pasar a la historia como el hacedor de la
paz, debe hacerla con todos los colombianos, no solo con las Farc, bien lo
decía Don Quijote de la Mancha “La ingratitud es la hija de la Soberbia”
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