domingo, 24 de junio de 2012

SE CAYÓ EL TINGLADO

Desafortunadamente las últimas semanas he estado más afuera del país por cuestiones trabajo de lo que me gustaría, pero cuando llegué me encontré que prácticamente todo lo que yo venía diciendo a través de este blog estaba saliendo a la luz pública, el país estaba enceguecido por cuenta del derroche de recursos y de lobbistas que trabajaban ante los medios de comunicación y que no dejaban ver la realidad. No estamos al otro lado, pero las voces de desagrado y discordia son cada vez mayores ante la debacle que se viene gestando. El desastre de la administración de Bogotá ya es latente, improvisación, corrupción, desconocimiento de la ciudad y muchas otras cosas que nos dejarán una ciudad destruída, ojalá ese movimiento de recolección de firmas salga adelante, cosa que veo difícil, Bogotá no tiene hoy un lider que pueda manejar esta inconformidad y llevar esta iniciativa a un buen desenlace. Gina, Galan, y Luna, que después de haber ayudado a lograr este caos por sus ambiciones personales, y que deberían ser los llamados a liderar esto, están o en puestos públicos con los que les pagaron esa traición a Bogotá bien acomodados, o esperando a que la nombren en algo. Pero la debacle más grande viene a nivel nacional, la reforma a la justicia develó algo que algunos pocos estabamos viendo, un barco sin capitán, algo parecido a lo que le pasó al Costa Concordia, donde el capitán está más interesado en que piensan de él en el Universo, antes que organizar su cabina, entonces pasa más tiempo en los comedores, en las reuniones sociales que donde debe estar, que es comandando la nave. Lograr quedar bien con todo el mundo es muy difícil, Colombia es un país muy complejo que necesita de una persona 24 horas al día de trabajo, que no merece que segundones manejen las cosas, que quiere seguir el ritmo que teníamos en el gobierno anterior, y que perdimos, el desastre de la reforma a la justicia salió a flote porque adicionamente tenia el componente del Congreso, pero leyes anteriores son o iguales de malas o peor que esta. Colombia debería tener verdaderamente una oportunidad de hacer un cambio, una constituyente donde el pueblo soberano decida que país quiere, no seguir pensando que diez editorialistas, y tres empresas encuestadoras son los dueños de la verdad. PREGUNTA: Como logramos los colombianos elegir a un Congreso que piense tan distinto a sus electores?, inmadurez política o corrupción?