miércoles, 19 de diciembre de 2012

EL BASURERO DE AURELIANO

Esta es la historia de un personaje que en sus inicios se hizo llamar Aureliano, ese apodo o alias tristemente lo utilizó para la violencia, empuñó las armas para defender unas teorías de izquierda dentro de un grupo subversivo que era más nacionalista que izquierdista, al final aprovecho la amnistía de los 90 para dejar las armas y desde ahí ha sido un burócrata más.
Ha ocupado cargos diplomáticos en Europa, y fue elegido congresista  por el Polo, partido que después desechó, esto tiene dos connotaciones, la primera que ha vivido del erario público, y segundo, que nunca ha administrado nada.
Dentro de su carrera como congresista fue alabado por los medios por sus debates, siempre utilizando la misma receta, cada debate, sobre cada tema, lo estudiaba, cogía datos relevantes, y los mezclaba con la receta propia de ellos, por cada cucharadita de verdad, un balde de mentiras y de falacias;  Con ese nombre que se forjó en el congreso se lanzó de candidato a la presidencia, tuvo una baja votación, y luego aprovecho el reconocimiento nacional para ser candidato a la alcaldía de Bogotá, donde fue elegido con una votación baja, pero aprovechó que  estaba dividida la ciudadanía  en otros  cuatro candidatos que actuaron egocéntricamente y prefirieron el reconocimiento personal, antes que el bien de la sociedad. Después inexplicablemente tres de los cuatro candidatos se fueron a trabajar en el gobierno, algunos pensamos que fue un premio por ayudar a elegir a nuestro personaje.
Lleva casi un año de alcalde y los resultados han sido catastróficos, antes de posesionarse ya había creado un pánico economico por declaraciones sobre  las dos empresas del distrito que están inscritas en la  bolsa, no ha podido tener un equipo de gobierno, los secretarios del despacho  le renuncian más que  muchacha de por días, le ha generado detrimento patrimonial al distrito por desconocimiento de contratos ya hechos en Transmilenio,  en obras de  infraestructura, ha desaprovechado recursos del gobierno central, casas gratis, etc, y ahora por último decidió volver la ciudad un muladar, quiere convertir a la Empresa de Acueducto  en su PDVSA, quiere pegarle todo, agrandar el sindicato, aumentar su nómina, y entregarle la recolección de basuras, hasta ahora el ejercicio ha sido un desastre.

Adicionalmente es mal vecino,  tiene trancado gran parte del desarrollo de  los municipios de la Sábana por cuenta de no venderles agua, cuando el agua de Bogotá viene de Cundinamarca.

En ultimas la basura de las calles se recoge, el problema es que el basurero lo tiene es en la cabeza.

PREGUNTA: cuando aparecerá el procurador a darnos la mano a los bogotanos, como nos la dió con Torompolo?