viernes, 17 de febrero de 2017

El péndulo

Las últimas elecciones a nivel mundial, el Brexit, el plebiscito en Colombia, y ahora el triunfo de Trump parecen mostrar una tendencia que el mundo se está moviendo hacia la derecha, pero no es tan claro, no es una derecha normal, tiene muchos matices, es una especie de salpicón, unida con nacionalismo e indignación, esto puede ser muy peligroso para las próximas elecciones.

El mundo está absolutamente hastiado de la clase política, del régimen, de cómo unas dinastías políticas se han tomado el poder, han favorecido a sus amigos y benefactores, se han enriquecido, y una corrupción que es cada día mas visible. Adicionalmente los medios de comunicación tradicionales se han convertido en cómplices de estos.

Creo que mas que derecha, las personas están votando en contra del establecimiento, entonces en cualquier parte podría tanto ganar la derecha o la izquierda, el que logre manejar y canalizar ese descontento, es por eso que Colombia ad portas de unas elecciones debe estar en pie de lucha para que gane la sensatez y la cordura.

Lo que es absolutamente errado es que la conclusión de analistas políticos se reduzca a pensar que los que votaron en contra de su candidato o de su postura ideológica sean unos brutos o unos analfabetas, y no logren mirar un poco mas allá para darse cuenta que existe una nueva realidad, que los medios tradicionales no son los generadores de opinión, y que las redes sociales mandan hoy esa parada.

El líder político moderno debe ser diferente a los que nos gobiernan hoy, debe oír a los ciudadanos, mirar cuales son las inquietudes que tenemos, pero sobre todo que piense que su función primordial es el bien común por encima del propio.

Los que profesamos la ideología de la centro derecha y pensamos es el camino para manejar un buen gobierno debemos trabajar desde hoy en buscar el líder que vamos acompañar en las elecciones del 2018, no podemos dejar que nos dividan ni que por cuenta de egoísmos y pugnas sin sentido perdamos la oportunidad de ganar, porque nuestra perdida es la perdida de todos los colombianos.

Anoche en su alocución diaria el presidente Santos nos comunicó que habían llegado a un nuevo acuerdo con las Farc, muy mal hacerlo sin antes haberlo socializado con los promotores del No, para que generar falsas expectativas antes de tiempo, aunque sabemos que habrá conejo, no sabemos todavía el tamaño. Este afán del gobierno debe estar recargado del triunfo de Trump, y del Hacker Gate de la campaña del 2014.



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