Definitivamente
las elecciones que se avecinan serán históricas, no solo porque serán un punto
de quiebre sobre el futuro del país, sino que veremos por primera vez a un
grupo armado participando en estas.
La
polarización que existe hoy en el país fue creada por un presidente que firmó
un acuerdo de paz con demasiadas prebendas y regalos a un grupo narcoterrorista
que estaba confinado en la selva y lo lanzó al estrellato sin que pagaran
cárcel, resarcieran a sus victimas, entregaran a los menores y todas las armas.
Todo esto terminó en que los colombianos que anhelaban la paz, no crean en
esta.
¿Cuáles
son los grandes sectores que van a trabajar para llegar a la presidencia?
La
izquierda colombiana, aunque dividida, tiene hoy en día mucha más fuerza que
antes. Está engrandecida, ha aprovechado toda la prensa y medios para convertir
a sus líderes figuras reconocidas, pero tiene un gran problema; no tiene que
mostrar. Los países afines latinoamericanos están quebrados y con escándalos de
corrupción altísimos, entonces su única opción de triunfo es con un gallo
tapado; un candidato que no se vea como izquierdoso. El país debe estar atento
a este embuchado.
El
gobierno y su Unidad Nacional, que está descuadernada, tiene bastantes
candidatos de diferentes partidos, pero el abrazo de un gobierno con tan baja
popularidad hará difícil el triunfo. Aunque su principal carta sea defender los
acuerdos, llevan en la espalda una economía con complicaciones, incumplimientos
de parte y parte de los acuerdos y el escándalo de Odebretch que todavía no ha
acabado de reventar. Será complicado para ellos, pero siguen teniendo el
presupuesto y un gobierno que no le tiembla la mano para hacer maldades con tal
de ganar. Esperemos que eso no suceda.
La
tercera opción es Germán Vargas Lleras, ex vicepresidente del gobierno actual y
quien de lejos es el más conocido de los candidatos. Aprovechó el gobierno para
mostrarse como una persona eficiente y que da resultados; tal vez su principal
problema es que solo no lo logra, necesita aliarse y sus opciones son pocas; o
el gobierno o llegar a un acuerdo con la coalición del No que no será sencillo.
Por
último, estamos los que llevamos haciendo oposición a este gobierno, los que
pensamos que al acuerdo de paz se le debe dar un vuelco y que estamos
representados en la unión entre los expresidentes Uribe y Pastrana buscando un
candidato único para llegar al poder. Hay muchos más grupos que quieren entrar
a esta unión, las encuestas las ponen en la segunda vuelta fijo, pero esto no
es suficiente. Se debe ganar en primera vuelta, no se puede confiar en lo que
pueda suceder en la segunda.
De
todas formas, la persona que llegue a la presidencia la tendrá muy complicada.
Este gobierno gastó más de lo que tenía, llenó el cupo de las vigencias
futuras, sobre endeudó al Estado y amplió la burocracia indiscriminadamente. Se
deben hacer cambios radicales en impuestos, reducir el tamaño del Estado y
modificar el acuerdo de paz. Por eso es fundamental, además de elegir a la
persona más preparada, tener un buen grupo parlamentario que no toque “mermelarlo”
para que actúe, sino que trabaje conjuntamente para sacar adelante el lío que
deja este gobierno.
Los
colombianos que defendemos las ideas conservadoras, la familia, la libre
empresa, la justicia y las buenas costumbres –principios que el Partido
Conservador dejó de defender hace tiempo—, debemos unirnos a los ex presidentes
y trabajar con ellos por esa nueva Colombia. Estas elecciones pueden ser
nuestra última oportunidad.
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