Cuando
en el año 2002 Alvaro Uribe subió a la presidencia la situación económica del
país era muy difícil, la deuda total del gobierno como porcentaje del PIB
estaba por encima del 50%, cifra muy alta para un país emergente. Los primeros
meses de ese gobierno fueron difíciles pero seis meses después el país empezó a
cambiar con la política de seguridad democrática, la confianza inversionista, y
la cohesión social.
Durante
los ocho años del gobierno Uribe se rompieron bastantes paradigmas económicos
que convirtieron a Colombia en un país sujeto de recibir inversión extranjera,
la deuda como porcentaje del PIB bajo en el 2010 a niveles del 32%.
Lo
que está pasando ahora es muy complicado, no todo es culpa del gobierno Santos,
pero si lo es el gasto desmesurado, la mermelada, el desgobierno y la
corrupción que han pasado la cuenta de cobro.
Los
números no se ven tan mal, pero esto se debe a que el gobierno maneja doble
contabilidad, la deuda del gobierno es mucho mayor de la que se refleja en sus
balances, esta metodología parece estar avalada por las calificadoras de
riesgo, y por el FMI.
Hablo
de doble contabilidad porque en el balance no están registrados como deuda lo
que se debe en sentencias, y las vigencias futuras, si estos dos ítems se
registraran estaríamos en niveles de deuda por encima del 50% otra vez.
Cuando
empezó el gobierno Santos las vigencias futuras eran 10 billones, hoy
sobrepasan los 90 billones, a través de este mecanismo el gobierno se
compromete a futuro a gastar, entonces como no existe título de deuda, no se
contabiliza, pero si existe el compromiso futuro de pagarse. Las 4G, el metro
de Bogotá son ejemplos de esto.
Las
sentencias es un tema mas espinoso, estas son errores de la administración que
terminan en una demanda al estado, y que ya tienen sentencia de un juez, el
estado debe pagarla a través de cada una de las entidades demandadas, las
entidades lideres, La Fiscalía y el Invías, como estas entidades no tienen como
pagar ahí mismo la sentencia deben pagar unos intereses onerosos hasta que
tengan los recursos, se demoran en él pago alrededor de dos años, esto también
es deuda, el monto de este rublo es creciente día a día, debe estar por los
lados de 100 billones de pesos. Las sentencias son el resultado de la
corrupción, del mal manejo del Estado, y de una administración de justicia
politizada.
Es
increíble que con estos números no nos hayan bajado la calificación de riesgo,
y que el FMI no haya prendido las alarmas correspondientes, debe ser porqué
tenemos el mejor Ministro de Hacienda del mundo, tema que me queda difícil de
interiorizar.
Sí
tuviéramos un buen gobierno, sensato y digno no se necesitaría una nueva
reforma tributaria, la administración
profesional d
e
las sentencias, y el no uso indebido de las vigencias futuras valen mas que
cinco reformas tributarias.
Por
último no quiero acabar esta columna sin evidenciar que en el balance del
Estado no están incluidos los acuerdos de La Habana, a lo que se ha comprometido
el gobierno es monumental, el estado no
tiene como pagarlos, afortunadamente estoy cada día mas convencido que
los Narcoterroristas de las Farc no van a firmar nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario