lunes, 9 de mayo de 2016

DOBLE CONTABILIDAD

Cuando en el año 2002 Alvaro Uribe subió a la presidencia la situación económica del país era muy difícil, la deuda total del gobierno como porcentaje del PIB estaba por encima del 50%, cifra muy alta para un país emergente. Los primeros meses de ese gobierno fueron difíciles pero seis meses después el país empezó a cambiar con la política de seguridad democrática, la confianza inversionista, y la cohesión social.

Durante los ocho años del gobierno Uribe se rompieron bastantes paradigmas económicos que convirtieron a Colombia en un país sujeto de recibir inversión extranjera, la deuda como porcentaje del PIB bajo en el 2010 a niveles del 32%.

Lo que está pasando ahora es muy complicado, no todo es culpa del gobierno Santos, pero si lo es el gasto desmesurado, la mermelada, el desgobierno y la corrupción que han pasado la cuenta de cobro.

Los números no se ven tan mal, pero esto se debe a que el gobierno maneja doble contabilidad, la deuda del gobierno es mucho mayor de la que se refleja en sus balances, esta metodología parece estar avalada por las calificadoras de riesgo, y por el FMI.

Hablo de doble contabilidad porque en el balance no están registrados como deuda lo que se debe en sentencias, y las vigencias futuras, si estos dos ítems se registraran estaríamos en niveles de deuda por encima del 50% otra vez.

Cuando empezó el gobierno Santos las vigencias futuras eran 10 billones, hoy sobrepasan los 90 billones, a través de este mecanismo el gobierno se compromete a futuro a gastar, entonces como no existe título de deuda, no se contabiliza, pero si existe el compromiso futuro de pagarse. Las 4G, el metro de Bogotá son ejemplos de esto.

Las sentencias es un tema mas espinoso, estas son errores de la administración que terminan en una demanda al estado, y que ya tienen sentencia de un juez, el estado debe pagarla a través de cada una de las entidades demandadas, las entidades lideres, La Fiscalía y el Invías, como estas entidades no tienen como pagar ahí mismo la sentencia deben pagar unos intereses onerosos hasta que tengan los recursos, se demoran en él pago alrededor de dos años, esto también es deuda, el monto de este rublo es creciente día a día, debe estar por los lados de 100 billones de pesos. Las sentencias son el resultado de la corrupción, del mal manejo del Estado, y de una administración de justicia politizada.

Es increíble que con estos números no nos hayan bajado la calificación de riesgo, y que el FMI no haya prendido las alarmas correspondientes, debe ser porqué tenemos el mejor Ministro de Hacienda del mundo, tema que me queda difícil de interiorizar.

Sí tuviéramos un buen gobierno, sensato y digno no se necesitaría una nueva reforma tributaria, la  administración profesional d
e las sentencias, y el no uso indebido de las vigencias futuras valen mas que cinco reformas tributarias.

Por último no quiero acabar esta columna sin evidenciar que en el balance del Estado no están incluidos los acuerdos de La Habana, a lo que se ha comprometido el gobierno es monumental, el estado no  tiene como pagarlos, afortunadamente estoy cada día mas convencido que los Narcoterroristas de las Farc no van a firmar nunca.







No hay comentarios:

Publicar un comentario